Programa de las IV Jornadas Nacional de Minificción. Mendoza 2011
http://minificcion2011mdz.blogspot.com/2011/10/programa-iv-jornadas-nacionales-de_27.html
1944
Deshonra
Le dijeron que no debían mirarla a los ojos, pero ella tuvo la osadía de dejar que le tomaran la mano.
Luego la castigaron y la nombraron la deshonra de su familia.
Baila
Dijo que a sus 67 años jamás había tenido un orgasmo.
Por eso cuando su compañero la atrajo hacia sí, no supo explicar el calor que la recorrió. Pensó que debía ser producto del tango.
Sin título
Cuando despertó, había sido devorado por un hongo gigante. Dentro de él, tuvo maravillosas y sicodélicas alucinaciones.
El dinosaurio
Lo llamaban así porque era un obeso, con una dentadura feroz y olía a demonios. Aún así era el más cotizado entre las chicas de la clase de literatura microficcional.
Evasión
Casi imperceptiblemente el viejito baja el volumen de su audífono para no oír los insultos en la casa de reposo.
Paulina Bermúdez Valdebenito, Viña del Mar, 1983. Egresa el 2007 de la carrera de Pedagogía en Castellano (Universidad de Playa Ancha) y se titula como Pedagoga Teatral en Pontificia Universidad Católica de Valparaíso el
El corte inglés
Despertó con resaca, y se dio cuenta de que le faltaba algo. Amy se habría ido, al diablo o a Londres: la casa era todo silencio. Recordó un brumoso altercado con la hermosa turista que conoció noches atrás, en un bar de Palermo. Los gritos y algún empujón terminaron cuando se quedó etílica y soberanamente dormido.
Entonces vio la sangre entre sus piernas: ya no estaba allí.
Cuerpos
Hoy tuve una revelación. Tal vez por las drogas – medicadas por algunos achaques circunstanciales – aunque sospecho que, en todo caso, las drogas corrieron las cortinas de un ojo de buey oculto en la pared y puedo ver más allá.
Sin misterios, lo diré:
Somos nosotros los distraídos que olvidamos nuestros cuerpos, los dejamos tirados por ahí, en la calle, en la cama, sobre un avión caído, entre las balas del enemigo.
Ella pasa, protectora, piadosa, y se los lleva al orfanato de los cuerpos perdidos.
Y nunca, nunca más los encontramos.
Eliminación
De a poco, pero cada vez con mayor intensidad, voy descubriendo que soy el único ser existente. La broma es deliciosa, la broma es la creencia de que hay un universo, un mundo, y, sobre todo, mi mundo, mis amigos, el calor y los chocolates. Libros, ropa, artículos electrónicos, autos, montañas, barcos, peces, árboles, estrellas; para no hablar de pequeñeces como el microchip, las mariposas, el ADN, los neutrinos. ¿Cómo puedo imaginar tantos detalles?
Sobre todo... ¿cómo puedo imaginarme a mí? Es obvio, a esta altura, que yo tampoco existo.
Ángel de la humanidad (Cuento fantástico)
La mujer con un bebé en brazos pide algo de comer en la panadería. El viento helado barre las calles.
–Nada, no puedo darte nada – le dice una empleada de ánimo gris.
La mujer amaga irse, pero la empleada cambia de parecer. Su cara resplandece, tocada por un ángel repentino:
– Tomá, mi amor, está caliente – y le alcanza un pan.
Kafka y la moneda de un desconocido
En la parada del ómnibus me resuena una frase de los diarios de Kafka. La leí hace minutos y me neurotizó de un modo opresivo: oh, bastante esperanza, infinita esperanza, sólo que no para nosotros.
Veo que se acerca el ómnibus y, torpe de mí, se me cae la moneda de un peso a la calle, directo a la panza de los autos. Es mi única moneda. El muchacho que esperaba otro ómnibus, detrás de mí, me da su propia moneda. "Yo tomo la que se te cayó, cuando corte el semáforo”. Subo con la moneda de un desconocido y siento una ola de esperanza, aquí, ahora, para nosotros.
Otra vez
La reciente crisis con mi esposa me condena a este período insustancial.
Nunca como ahora sentí el peso de estar solo y las ganas de estar con alguien y a la vez temor a estar con alguien, y ganas de estar solo. Enamorarse otra vez es como volverse loco otra vez. Todo se desmorona. El mundo se convierte en una mujer, esa mujer.
El amor nos vuelve tan miopes que para mí fue natural deducir que los otros, los habitantes de ese mundo que apenas existía, me envidiaban en masa: mis amigos, mis compañeros de trabajo, mis parientes. Y sigo atado a ese velo, como quien no puede cambiar de religión. Enamorarme de otra dama me suena a herejía.
Estoy desconcertado. Sospecho que necesito ayuda de una amiga. Pero si una amiga me ayuda en este trance, fatalmente terminaré enamorado de ella y yo me volveré loco. Otra vez.
Leo en los diarios que hay mujeres que se enamoran de hombres que mataron a mujeres, que les envían cartas a la cárcel, que les hacen visitas, que inician una relación. Quien sabe, tal vez pueda hacerlo. Otra vez.
Franco Vaccarini nació en Lincoln, Argentina, en
GOTA
Está entre la multitud de cuerpos que lo rodean, se deslizan o detienen, siguen viaje acumulándose blandamente en horas pico en las esquinas. También, como cada ser, se agranda junto a otros de la misma especie a esa pico del medio día, como gota de lluvia, sin identidad ni destino en aglomeradas calles ciudadanas.
DE ADJETIVOS
Ella, ilusionada, encantada, expectante, silenciosa. Él, sonriente, presuntuoso, empavonado, resuelto. Ella y él, reconciliados, amorosos, susurrados, recorridos, ansiosamente agitados entre cielo y tierra, viento y calma, día y noche, infinitamente amados.
NOTICIAS
Con la mitad de un periódico y las manos agitadas, hizo nacer coloridos pájaros. Los bautizó con nombres de noticias internacionales, nacionales o pueblerinas y con todas sus aves se fue por las calles, se dirigió al trabajo y ellas sobrevolaron todo el día en su cabeza, solo para no olvidar malas noticias y ruidos tan lejos de los pájaros.
TAN POCO
Ella me habla poco. Yo, a veces. Ella no me busca, yo tampoco. Ella me escribe, pero eso es tan poco.
VIAJE
Salió a pasear y llegó esa vez, sin acortar camino, hasta su alma.
ILUSIÓN
Me soñé a tu lado mirándote y contándote un cuento. Sólo estabas vos y yo que te miraba y nada ni nadie robaba las horas que compartíamos para que yo te hable, te mire y te cuente un cuento.
Ficción Mínima © 2009
design & code Quite Random